3 días más en Singapur
Después de dos intensos días en Kuala Lumpur, regresamos a Singapur. Me quedé con ganas de ver más de Malasia pero también quedaban cosas por ver en Singapur.
Chijmes
Medio día se fue entre taxi, tren, aeropuerto, vuelo y otra vez tren hasta el hotel, así que llegamos prácticamente entrada la noche a Singapur. Como teníamos hambre salimos a cenar a un lugar que todos los bloggs de viaje recomiendan: Chijmes. Ya habíamos pasado antes por el lugar y realmente parecía una iglesia o algo por el estilo y no un lugar para comer pero al llegar descubrimos que alrededor de la edificación principal había una serie de restaurantes de muchas nacionalidades distintas, algo así como un food court, bares, pubs y galerías. Un lugar con mucho ambiente y repleto de gente celebrando la fiesta alemana "October fest"
La razón por la que parece una iglesia es porque hasta 1983 era un convento católico dedicado al niño Jesús (Holy Child Jesus) con una capilla en el centro y cuyas edificaciones alrededor hacían de orfanato y escuela. Por eso era tan singular. El lugar va cambiando de color (las luces al menos) Y sobra la fachada proyectan imágines que hacen que el lugar parezca un cuento de hadas. Aquella noche fue difícil elegir restaurante entre la enorme varierda pero al final nos decantamos por comer en un restaurante mexicano y no nos decepcionó.
Sentosa y el punto más al sur del Asia Continental
Al día siguiente nos dispusimos a visitar la isla de Sentosa, jeje, porque Singapur siendo tan pequeñito también tien una isla para que sus habitantes vayan de vacaciones de fin de semana. Qué gracia! Sentosa significa paz y tranquilidad, y es justo lo que se respira en esta isla que apenas cumple 50 años ( más joven que yo) pero también es perfecta para hacer deportes de aventura. Yo estaba dispuesta a subirme por primera vez a una tirolina pero justo ese día bo fue posible ya que el parque estaba abonado por empleados de Herbal Life de muchos países, así que ni tirolina ni nada!
Se puede acceder a la isla en teleférico pero me pareció un gasto innecesario así que pedí un Zig (una especie de Uber ) por ser la opción con mejor relación precio-rapidez-comodidad y elegí como punto de destino el punto mas al sur del Asia continental que ví por casualidad en la aplicación. Nuestro chofer era un señor malayo con un sentido del deber increíble. El viaje a Sentosa que en teoría sería de 16-20 minutos tardó como una hora porque el viejito no encontraba el famoso punto. Iba por todos lados preguntando por el lugar en cuestión y nada. Salimos de Sentosa, entramos en Sentosa de nuevo y a la búsqueda del punto. Cansadas de estar sentadas en un taxi le pedimos al señor que nos dejara en cualquier playa, pero no! el viejito seguía a la búsqueda del lugar indicado. El preguntó si teníamos hambre, preocupado como estaba por no encontrar el lugar y nosatras tranquilas que mientras él buscaba para nosotras era como un gratis sightseeing de la pequeña isla (5 km 2) El continuaba empeñado en dejarnos en el lugar correcto y después de sugerir al menos 3 veces que nos podía dejar en cualquier parte, al final se me ocurrió que nos dejara en la playa de Palawan que por casualidad había leído un letrero y justo cuando él accedió encontramos el letrero ( En Palawan, por cierto).
La isla es muy bonita con idílicos paisajes, muchos caminos para hacer senderismo y muuucha naturaleza. Tiene un bus interno gratis y un trencito para moverse entre sus playas y hay cantidad de bares, chiringuitos. Hasta el parque de atracciones de "Universal Studios" tiene su réplica allí.
Las casas de los chinos Peranakan
Cuando lei que en muchos bloggs de viaje recomendaban una visita al barrio de Katong a ver las casas Peranakan tuve que investigar el significado ya que no bastaba con ver que se trataba de unas coloridas casas sino que Peranakan es el nombre de una cultura. Se trata de " descendientes de chinos que habitaron la región de Singapur, Malasia e Indonesia en los siglos XV y XVI. A pesar de ser de origen chino y de las influencias malayas resultado de los matrimonios, acabaron teniendo una cultura muy influenciada también por el colonialismo inglés y holandés en la región."
En realidad hay de estas casas por todas partes pero justo en las calles Koon Seng Road y Joo Chiat hay hileras de estas encantadoras casas
Yo me moría por entrar a una!
Los jardines de la Bahía
Paisajismo y modernidad
Después de haber recorrido los diferentes barrios de Singapur, su distrito financiero, el museo metropolitano, los centros comerciales y aprendido un montón de cosas, nos quedaban apenas dos días antes de regresar a Suecia pero habíamos reservado algunas experiencias para vivirlas al final y entre estas los impresionantes Jardines de la Bahía
Nunca habíamos visto nada igual. Era como entrar a un cuento de hadas o quizás a una película de Avatar. Aquello que solo había visto en internet podía contemplarlo antes mis ojos con expresión alelada. El parque condiderado como la principal atracción de Singapur deja boquiabierto, definitivamente, 18 súperarboles que se pueden ver desde abajo y desde arriba, dos invernaderos, árboles de todo el mundo, lagunas con mosquitos gigantes de metal y un montón de increíbles esculturas. No sabíamos por dónde comenzar!
El parque es inmenso, hermoso y si espectacular es de día, espera a que llegue la noche cuando se enciendan las luces. El espectáculo de luces y sonido (Garden Rhapsody) me emocionó muchísimo.
Marina Sands Bay
NO! quedarme en el hotel Marina Sands Bay, no estaba entre mis sueños. Tantas fotos había visto de este alucinante, original y caro hotel pero ni ilusión me hacía, pero claro, llegas a Singapur y quedarse en el hotel, al menos una noche es uno de los atractivos de esta ciudad estado. No diría que me gustaría repetir pero haber vivido la experiencia ha sido fenomenal. Si además de quedarte en el hotel tienes la suerte de que tu habitación esté en la planta 42 con vistas a la bahía, entonces habrá valido la pena. Eso sí, el desayuno no está incluido en el precio y te puedes llvar una "linda sorpresa" al desayunar en alguno de los retaurantes del hotel.
Por supuesto que una de las cosas que motiva a quedarse en el hotel es el acceso a la piscina infinita más grande del mundo y la verdad es que quedé boquiabierta y mi compañera de viaje que prefiere este tipo de experiencias de la vida moderna a otras actividades culturales aún más.
Spectra
No tengo buenas fotos del show, no se aprecia para nada la espectacularidad del evento. pero 15 minutos de agua, luces y sonido se disfrutan y yo lo dsifruté como una niña.
Merlión
Desde hace 50 años no hay Singapur sin Merlion, su símbolo por excelencia. Mitad pez mitad león , habla en parte de poderío sin olvidar el pasado pesquero de la ciudad. Los habitantes de Singapur están super orgullosos de su merlión. Alguien se me acercó en la ciudad para hacerme una pequeña encuesta y me regaló un lindo pin llamado Merli ;). Incluso Sentosa tiene su propio Merlión. Visitamos el parque de Merlión de noche para aprovechar y disfrutar la iluminación nocturna que es toda una postal y al día siguiente regresamos durante el día para decirle adiós.
Flower Dome
Nuestro último día en Singapur comenzó con un aguacero torrencial. Como viajamos justo al comienzo del monzón de invierno, durante nuestra estadía allí, el tiempo estuvo muy cambiante. Llegando a Kuala Lumpur llovía a mares y Singapur nos regaló mucha lluvia a primeras horas de la mañan del último día, pero luego salió el sol y aprovechamos para visitar uno de los dos macroinvernaderos de los jardines de la bahía: el Flower Dome con flores y plantas del mundo entero distribuidos en 9 jardines.
Adios Singapur
Singapur ni siquiera estaba incluido en mi Bucket list. En realidad yo quería ir a Vietnam pero, Lidija, mi compañera de viaje se deslumbró con su Skyline en las fotos de Instagram y comencé a considerar este destino. Ahora con el solucionario en la mano es una experiencia que recomiendo con todo el corazón. Haberme adentrado en su barrios, visitado sus templos, probar su gastronomía, caminar por sus seguras calles, etc ha sido una experiencia inolvidable. Tomé tantas fotos que saturé mi teléfono ;)
Quedaron cosas por hacer como subir a su noria, visitar el jardín botánico o acercarnos al famoso hotel Raffles. Pero todavía alcanzamos a dar un paseito por su puente Helix, inspirado por la serie del ADN, probar un Singapur Sling en bar en la bahía o saludar la estatua del pensador.
Definitivamente este viaje fue un sueño. Hasta la vista Singapur!